domingo, 8 de febrero de 2009

Rímel: cuida tu aspecto, si solo tienes eso

RÍMEL

Cuando abrió los dulces ojos verdes esa mañana, sintió un hormigueo en la nuca que no supo identificar hasta muchas horas más tarde, cuando ya se había resbalado. Al erguirse en la cama, se desperezó, y se tapó la boca para bostezar. Tanteó con pies el suelo en busca de las zapatillas, que estaban frente a ella, en perfecto ángulo de 90º con la cama. Cuando las encontró, metió primero el pie izquierdo y después el derecho.

Al ponerse en pie, se dirigió como siempre hacía el espejo. Como siempre, tenía el pelo perfectamente ordenado, ni un mechón fuera de su lugar. A pesar de ello, contrariada, comprobó que le faltaba un pelo del flequillo, y se giró buscándolo bajo la potente luz rosa. Helo ahí, sobre la almohada, como si alguien lo hubiera depositado con pinzas.

Se tomó su tiempo para levantar la persiana del todo, y apartar las cortinas, cerrándolas con las bonitas tiras de terciopelo a los lados. Después, con parsimonia, cogió el cabello castaño y ondulado, y se lo metió en la boca. Caminó de puntillas sobre la alfombra adelantando primero el pie derecho por el parqué, hasta el cuarto de baño, donde reanudo su caminar de puntillas.

Allí repitió de forma más exhaustiva el examen frente al espejo. Comprobó que tenía los cinco lunares en la cara, cada uno en el mismo sitio en el que estuvieran ayer. Comprobó que sus labios no estuvieran ajados, y los hidrató con un poco de vaselina. Se cepilló el flequillo para que estuviera en armonía con su cara, y se echó unas gotitas de tónico en las mejillas, par que no se arrugaran.

Colocó la cinta rosa alrededor del -aún- esbelto cuerpo joven. Cosiendo con cuatro puntadas el tul, ya tenía puesto su carísimo vestido de marca. Mientras las puntadas se cosían, con un brusco gesto se dio con la cara en la bolsa de las pinturas. En lugar de un moratón en la mejilla, sus labios quedaron rojos, sus pestañas negras y largas, y se podía recolocar las horquillas en el pelo, en los puntos justos donde, al echar la laca, quedaría casualmente recogido.

Cuando sus zapatitos de tira entraron taconeando por la puerta, les indicó arqueando el índice del pie derecho que se acercaran. Estaban en un perfecto ángulo de 180º, y se colocó primero el derecho y luego el izquierdo.

Mientras bajaba a no desayunar, se resbaló con la sangre que goteaba debajo de su máscara de plástico. Se le calló una pestaña, el dedo meñique de la mano izquierda, el pezón derecho salió de debajo de la barbilla y se fue escaleras abajo; y una pierna se recolocó en el omóplato.

Conclusión: Ya no hacen mentiras como las de antes.


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[De ahora en adelante, para no influenciar el cuento o el escrito que vaya a dejar, y a sabiendas de que los golpes de vista funcionan de arriba abajo, dejaré primero el relato y luego las contraindicaciones]

No quiero parecer una amargada con este cuento.
En verdad, lo escribí sin pretensión, sátira o mala intención alguna. Supongo que fluyó como tal, debido a la canción artificial que la inspiró (y que, a pesar de todo, es nuestra canción en las discotecas en esa broma secreta entre Winona y yo). Se trata de "I kissed a girl", de Katy Perry.
Pero su influencia es más estética que musical. No me gusta que la gente emplee la homosexualidad como recurso publicitario. Sin embargo, el video te introduce en un mundo de algodones artificial pero a la vez tan atractivo, que es dificil resistirse a querer ser Katy o al menos, poder llevar semejante modelito y que no te quede como a un payaso.

5 comentarios:

  1. Me encanta, me encanta, me encanta y te lo dije y te lo seguiré diciendo... La Nada con maquillaje es menos todavía.

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  2. Gracias ^^ Supuse que te gustaría, me pega con tu estilo. Aún así, a mi no me convence del todo... Pensaba hacerlo más largo, pero con la caída ya no tuvo sentido.

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  3. Es curioso, pero desde que la oí el otro día, no me puedo quitar tampoco de la cabeza esa canción... Supongo que la perfección artificial aparece en todos los reclamos publicitarios. Perfecto o no (y desde luego nada artificial ;) ), me encanta tu relato. Enhorabuena!

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  4. Es realmente pegadiza, verdad? Ay, María, se me había olvidado hacerme seguidora de tu blog! A ello voy.
    Gracias por el comentario ^^

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  5. No me gusta nada Kate Perry. xD. Y la dichosa canción me pareció eso, superficial. :D Claro que es llamativo que la tía consiguiera el efecto que buscaba. :)

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una idea es tomada en consideración si sabe brillar